Los que conocen a Isayma Morales, saben que nunca pasa desapercibida. Además de su evidente belleza, la caracteriza su personalidad carismática y extrovertida. Muchas jóvenes critican las técnicas de crianza de sus madres. Yo, por otro lado, siempre admire a mi madre y sus métodos pocos convencionales. Aunque debo de admitir que no siempre los entendí de niña.
Mi tercer grado escolar fue una pesadilla. Prometí traerle a mis compañeras de clase unas fotos de las Spice Girls y de Leonardo Dicaprio que había visto en el Internet (para todos los que aquellos que sepan cuando fue que esas dos cosas eran relevantes para niñas, sabran exactamente el año que paso). Esa tarde mi impresora se daño y llegue a clase al otro día con las manos vacías. Mis compañeras rápido se molestaron y me castigaron marginándome del grupo. No tenia amistades, todos se burlaban de mi y hasta tenían una libreta con mi nombre donde escribían cosas feas y me dibujaban como un monstruo con los pelos parados y mocos saliéndome de la nariz (dato curioso: ahora que lo pienso, esa experiencia me preparo perfectamente para cuando competí en Miss Universe PR). Cuando le conté a mi mama lo sucedido ella me dio su mejor consejo: Cuando te digan cosas feas, solo míralos y diles “No lo acepto”. Y así fue. Al otro día llegue a la escuela esperando con ansias la hora de almuerzo donde usualmente se acercaban a molestarme, pues ya tenia mi contestación lista. “¡Fea! ¡Palillo de dientes! ¡Hincha!” me decían mientras me pasaban por el lado en el comedor y antes de que pudieran insultarme nuevamente yo les dije con actitud “¡No lo acepto!”. Me respondieron entre risas “¿Que no puedes aceptar, que eres fea o que eres tan flaca que tus piernas parecen palos de escoba?” En ese momento no pude entender porque mi mama me aconsejo que dijera semejante frase que claramente no funcionaba.
Hay palabras tan poderosas que se quedan contigo para siempre… pues ese no fue mi caso. El tanto ser torturada con mi “famosa” frase, hizo que nunca la olvidara, y no me arrepiento. “No lo acepto” alo mejor no me hizo sentido cuando tenia 8 años, pero ahora de adulta puedo apreciar lo que me quiso inculcar mi mama. No existe frase mágica que elimine las cosas que nos quieren hacer daño, pero tenemos el poder de NO aceptarlas en nuestras vidas. Mamita, gracias por estar presente en todo momento. Gracias por alentarme, por creer en mi, por ser mi amparo y mi defensora… mi ángel guardián. ¡Te amo!
Como nos separa la distancia, aquí te dejo tu regalito:
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Anybody who knows my mother Isayma Morales knows that she never goes unnoticed. Needless to say, she is a stunning woman, but what really makes her shine is her charismatic and outgoing personality. A lot of girls complain about their upbringing. I, on the other hand, always admired my mom’s weird, and unconventional methods even when I didn’t fully understand them.
Third grade was a nightmare. I promised my friends I would bring some pictures of the Spice Girls and Leonardo Dicaprio I had found on the Internet (and if you can figure out when those two were relevant for young girls then you should know exactly when this was going down). That afternoon my printer didn’t work. No big deal, I thought. I thought WRONG! My friends got mad at me for “breaking a promise” and decided that I wasn’t worthy enough to have friends anymore. They made fun of me and even made a “burn book”, Mean Girls’ style, where they wrote nasty stuff and made ugly cartoons of me with a booger running down my nose. Pretty. Traumatic. Stuff.
I went to my mom for advice and she told me: The next time they try to make fun of you, just tell them “I refuse to accept that”. The next day I waited anxiously for lunch break
right around the time the teasing usually began. “You’re Ugly! You’re so skinny you look like a toothpick! You’re so pale for living in a tropical island…etc”. That’s when I responded confidently “I refuse to accept that!” All the girls immediately started laughing even harder at me. You see, while my mom had the best intention of teaching not to “accept” the negative comments as a deflection, our third grade vocabulary only allowed us to understand it as a form of denial. Indeed, it was a very profound statement and something I continue to use as an adult, but at that time it was going over all of our collective grade school heads. So instead of achieving verbal victory over the ‘mean’ girls, I gave them more ammunition. “Well, denial isn’t a river in Egypt!” And so the teasing continued.
Now I understand what my Mom was trying to instill in me. There is no magic phrase that can eliminate what hurts us, but we do have the power NOT to accept any of it in our lives. Thanks Mom for always being there for me. Thank you for encouraging me, for believing in me, and for being my protector and defender… My guardian angel. I love you!
Because we are so far away, here’s my Mother’s Day gift to you:
Ahi hija querida de mi corazón, gracias por este regalo tan "tú". Que mucho me he gozado tu vida, tu espíritu, tu forma de ver la vida y sobre todo que buena maestra has sido! Eres el arcoiris de mi vida, el suspiro en la lejanía esperanto ese próximo abrazo y poderte cantar..."Yo tengo un amor...lindo de verdad..."
ReplyDeleteEs un honor para mí, simple admirador tuyo, estampar mi comentario justo debajo de la respuesta de tu mami a tan sentido discurso en su honor. No puedo menos que conmoverme al meditar en el corazón de niña tierna que habita en el cuerpo de princesa, los ojos de luz, y la mirada profunda y quieta que tienes. Gente como tú, muy pocas. Te confirmo mi apoyo y admiración, Mariana. Eres lo máximo... y todos los que te rodean son inmensamente afortunados. Nunca cambies. =) Besos.
ReplyDeleteQue bella tu mami, te pareces tanto a ella... Dios las bendiga y mucho éxito.
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